El tequila es, sin duda, más que un cóctel margarita y alrededor de su consumo existen varios errores que pocos conocen, pero practican cada vez que se les presenta una botella de este destilado. Vamos a destacar algunos de los malentendidos que existen respecto a las características y a la forma de consumir este destilado.
Tomar el tequila con sal y limón
Esta costumbre no debería existir en la actualidad, ya que la sal y el limón alteran el sabor de el tequila, la manera correcta si se quiere tomar en chupito es beberlo a sorbos y no de un solo trago.
La tradición o ritual de la sal y el limón surgió por la mala calidad de los primeros tequilas que se distribuían fuera de México, los cuales dejaban un desagradable paso en la boca debido a la combinación de alcoholes agrícolas que le ponían los fabricantes para abaratar costes.
Beber margaritas y chupitos muy rápido
Lo mejor es que, aparte de que puedes probarlo en cócteles, también se puede beber solo y sin prisas, explorando sus aromas y sabores. Para esto es necesario conseguir una copa como la que utilizas para beber un buen brandy o whisky y dejarse llevar por las sensaciones. ¡Verás como disfrutas más que cuando lo tomas de un sorbo!
Pensar que el tequila y el mezcal son lo mismo
Esta confusión es muy común y se debe a que ambas bebidas están elaboradas con agave. Sin embargo, para el mezcal se utiliza el azúcar que se extrae de esta planta y su contenido es del 100%. En cambio el tequila se puede elaborar con un mínimo de 51% de agave azul y el resto son otro tipo de sustancias, aunque te aconsejamos que tomes tequilas 100% agave.
Refrigerar el tequila
Esto depende del gusto de cada persona, pero sí de disfrutar de los aromas se trata, es mejor no refrigerarlo. Las temperaturas bajas esconden la esencia aromática del tequila y adormecen la lengua impidiendo que saborees la bebida. La solución más adecuada para los que les gusta el licor frío es ponerle un poco de hielo.
Creer que el tequila no tiene variedades
Al igual que el vino, el tequila también tiene variedades y existen cinco reconocidas de manera oficial como el tequila: el blanco, que no tiene añejamiento y es la base para elaborar los demás tipos como el joven, que es almacenado en las barricas un máximo de 2 meses, el Reposado que lleva guardado hasta 1 año y el Añejo que tiene entre 1 y 3 años. A este último le sigue el Extra Añejo que tiene un tiempo de almacenamiento superior a los 3 años.
No atreverse a maridar con el tequila
¿Lo has pensado alguna vez? Seguro que sí, pero no te has atrevido pues la palabra maridaje frente a una botella de tequila siempre suena difícil, pero es muy fácil, más de lo que parece. Y es que las variedades de este licor son aptas para todo tipo de comida. Por ejemplo, el blanco se puede tomar con pescados y mariscos, mientras que el reposado sirve más para carnes, moles o salsas fuertes y si se trata de postres, el añejo es perfecto.
No conservar bien el tequila
Antes de finalizar, te contamos que hay que ser precavidos cuando lo almacenamos, después
de abrir la botella, ya que aunque no se estropea, sí que se puede evaporar y cambiar su sabor. Debe estar muy bien tapado y alejado de la luz del sol.
¿De todos estos errores, cuál has cometido? Seguro que algun que otro, pero ahora que ya sabes más, puedes disfrutar mejor de esta bebida.
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