Un mascarón es según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española una “cara disforme o fantástica que se usa como adorno en ciertas obras de arquitectura”. El mascarón es pues un ornamento arquitectónico decorativo que se ha utilizado a lo largo de la historia pero que principalmente está relacionado con el período neoclásico. Basta con pasear por nuestras ciudades para descubrir muchos de ellos embelleciendo los edificios y acompañando nuestra vida cotidiana. Coronando generalmente los dinteles o decorando fuentes, confiere a la arquitectura en general un rasgo de humanidad, bien como adorno embellecedor o bien como exclamación de fuerza. En cualquier caso la pared se humaniza.
La elección del símbolo se realizó buscando la idea de un ser mítico y fantástico, medio hombre y medio león. Por un lado el León nos sugiere la fuerza, la soberanía y la belleza y, por otro lado, el Hombre, la inteligencia y la sensibilidad. El mascarón de la marca simboliza la energía aplicada a la creación.
El mascarón arquitectónico original es obra de Lluís Hortalà, escultor nacido en Olot (Girona).
Mascaró es una bodega que lo hace prácticamente todo bien, y no es fácil. Al ser una bodega de base vinícola, le permite generar de forma natural excelentes vinos, cavas, vermuts y brandys. Su especialidad es precisamente esto último, y en DISEVIL encontrarás una gran selección de brandies para todos los gustos y bolsillos: tenemos su clásico VO, su excelente Narciso, su exquisito Ego XO y el espectacular brandy premium Cuvée Millenium.
